Macho en Matalobas (Toro). Abel Bermejo. |
Hembra en Valdemantas(Valdefinjas). Abel Bermejo. |
Origen: Se conocen restos fósiles del Cretácico (100 m.a) en Norteamérica y Asía, del Eoceno Medio en Europa hasta el Mioceno (15 m.a), época en que ya presentaban una distribución circunmediterránea.
Identificación: Es un sapo de aspecto de rana, más rechoncho; carece de glándulas parotídeas.
Tamaño: La longitud de cabeza y cuerpo alcanza 110 mm en machos y 122 mm en hembras.
Descripción: Tiene cabeza ancha y morro redondeado, ligeramente puntiagudo. El tímpano no visible. Tiene algunas pequeñas verrugas glandulares en los costados. Su pupila es vertical y el iris plateado o verdoso. Presenta una fuerte coosoficación de la piel de la región cefálica dorsal (cráneo). La piel es lisa, con pequeñas verrugas en los costados. La coloración varía mucho, desde pardo jaspeado de tonos verdosos (conforman bandas longitudinales) a marrón oscuro con manchas patentes oscuras. La coloración ventral es blanca con algunas machas pardas o verdosas, especialmente en la garganta. No presenta sacos vocales. Las extremidades posteriores están adaptadas para el salto, con cinco dedos unidos por una membrana interdigital. Poseen una espuela metatarsal de color negro. Las extremidades anteriores son más pequeñas y robustas (especialmente en los machos) y presentas cuatro dedos. En esta zona se dan casos de ejemplares melánicos negros y de albinismo. Es nocturno.
Reproducción: Comienza en febrero y dura hasta mayo. Se han visto amplexus en diciembre y enero. El adelanto o retraso del celo depende sobre todo de las lluvias y la humedad. El amplexus es inguinal; la puesta se presenta en un grueso cordón de 1.500 a 4.000 huevos. El desarrollo embrionario dura de 14 a 16 días, los renacuajos son indistintamente vegetarianos y carnívoros. El periodo larvarios dura de 4 a 5 meses. Los metamórficos miden de 22 a 35 mm. La coloración es idéntica a la de los adultos y llevan una vida totalmente terrestre.
Hábitat: Aparece en zonas graníticas o calcáreas con cierta inclinación por los suelos sueltos, arenosos y arcillosos, siempre cerca de lagunas o charcas permanentes o estaciónales (rara vez se alejan de la masa de agua). Su forma de vida subterránea hace que la especie busque sustratos blandos donde existen formaciones de granito. Asciende hasta los 1.200 m.s.n.m.
Alimentación: Se alimenta de Arácnidos, larvas de insectos, Coleópteros, Anélidos, Gasterópodos, Himenópteros, Formícidos, Ortópteros, Hemípteros y polillas. Caza al acecho en caminos o zonas despejadas, eleva el cuerpo, quedándose inmóvil y a la espera de que pase algún invertebrado, momento en el que se abalanza sobre su presa.
Depredadores: Tiene muchos enemigos: el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) es destructor de puestas y larvas, ofidios como la culebra viperina (Natrix maura) y de collar (Natrix maura), lechuza (Tyto alba), garza (Ardea cinerea), ratonero común (Buteo buteo), milano real (Milvus milvus), águila culebrera (Circaetus gallicus), cuervo (Corvux corax), mamíferos como la rata (Rattus norvegicus). Dentro de los anfibios se ha citado depredación sobre las larvas de esta especie por parte del gallipato (Pleurodeles waltl).
Observaciones: Solamente se encuentra activo en días muy húmedos y templados, por encima de 3.5ºC de temperatura y un 75-100% de humedad ambiental. Puede permanecer hasta dos años enterrado en espera de las lluvias. Se trata de una especie de distribución circunmediterránea. En invierno se entierra en galerías subterráneas de 6 a 20 centímetros de profundidad y 5 cm de diámetro, allí permanece en posición horizontal, con el cuerpo dirigido hacia el fondo, manteniendo el cráneo en la parte superior.
Especie bien distribuida, falta en algunas zonas del Oeste. |
Una experiencia muy interesante que hemos hecho este verano: Ante la desecación de una charca con renacuajos de Pelobates trasladamos unos cuantos a un pilón abrevadero que estaba lleno de algas filamentosas. Lo dejaron limpio como una patena. El ganadero está encantado y dice que el próximo año tenemos que hacer lo mismo. Así conseguimos que no haga limpiezas por medios más agresivos para el medio y todos contentos.
ResponderEliminarOjala todos los ganadero pensaran igual, pero lo que si es cierto es que en los pilones que hay Pelobates hay pocas algas, por el contrario en pilones que tienen Alytes las algas acaban por adueñarse de la estructura. Generalmente los pastores sacan las algas y a las larvas que contienen.
ResponderEliminarYa, pero lo malo es que los Pelobates no son muy aficionados a subirse a los pilones, aunque tengan un lado a ras de suelo, como sí hacen los Alytes. Veremos qué pasa con los que han crecido aquí.
ResponderEliminarEn efecto, Alytes no tiene problemas para escalar (especialmente el común, el ibérico no es tan trepador). Pelobates es más amigo de charcas que de pilones. En mi zona si utilizan pilones pero antiguos, que suelen estar a ras de suelo...y incluso así es frecuente ver algún metamórfico ahogado por no poder salir después de una bajada del nivel.
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